Los propietarios de una casa de pueblo cerca de Pamplona quieren rehabilitar la planta baja y un almacén anexo como vivienda de fin de semana. Además cuentan con otro almacén, de mayor tamaño, anexo al primero que cuenta con su propio acceso por la calle perpendicular.
Les proponemos conectar ambos almacenes y crear la nueva vivienda desde cero, desconectada de la casa original y sin intervenir en el interior de ésta.
Uno de los condicionantes de partida es que nos piden que sea luminosa, amplia y cuente con una terraza.
Las ventajas de intervenir en almacenes diáfanos y con una sola planta son múltiples, entre ellas la posibilidad de introducir un patio interior o ventanas en cubierta que nos permitan iluminar el interior a conveniencia.
Además, como cuentan con una gran altura libre, nos es posible también introducir una entreplanta, para dar mayor versatilidad al espacio y poder crear varias zonas dentro del volumen.
Contando con estos elementos, proponemos una vivienda organizada en torno a un patio, que cuente con zaguanes en sus dos accesos. De esta manera la entrada se produce por une espacio exterior cubierto que sirve de transición entre el interior y la calle y además permite abrir unos huecos más generosos, protegidos de vistas, hacia el paisaje.
Conectamos los dos almacenes por su parte interior, uniendo sus fondos, de forma que nos queda una superficie en forma de L. Existe un desnivel entre ambos espacios que salvamos mediante una escalinata interior.
Mediante el patio, en la zona intermedia del almacén de mayor tamaño, iluminamos la zona central de la casa, generando un agradable espacio de relación, con mucha luz pero interior y tranquilo.
La gran altura de los almacenes permite introducir unas zonas de altillo, en las que incluimos un dormitorio con terraza hacia la zona norte y una parte almacenaje sobre el volumen de los baños.